¿Es posible que los empresarios no conozcan profesionalmente a los colaboradores que tienen en sus empresas?
Franciny Salas.
Suena hasta poco creíble que eso suceda, el talento humano es fundamental en las empresas. Son los encargados de realizar los objetivos establecidos de la empresa.
En el ajetreado y volátil mundo empresarial, es común que los socios, dueños y/o jefes de las empresas con el afán de captar nuevos clientes dejen de un lado el personal con el que cuentan, a la larga, esto se convierte en un grave error y directamente afecta a la operativa de la empresa.
Se debe tomar en cuenta varios factores y realizar un análisis profundo, por ejemplo, un colaborador en su momento de contratación era puntual, brillante, proactivo y tenia un gran sentido de responsabilidad con sus funciones, pero con el tiempo eso ha ido disminuyendo, ¿Cuál es el motivo? Evidentemente cada empresa es un mundo, pero podemos citar algunos motivos tales como: falta de control interno, poco o nulo arraigo con la cultura organizacional de la empresa, desmotivación o en los peores de los casos que los colaboradores entren en zonas de confort.
Independientemente la causa que genera un bajo rendimiento de los colaboradores se debe ser consciente que contar con personal inoperante trae consecuencias que las empresas no están en el lujo de permitirse. Se cree que las personas trabajan si están sentados en sus escritorios o bueno en este último año se podría decir, si están conectados a los sistemas de las empresas (para los colaboradores que realizan teletrabajo), ello puede ser una gravísima equivocación.
Las empresas no solo pierden recursos cuando un cliente se va, o un contrato no se materializa, las empresas pierden dinero desde el momento que tienen personal que no produce, que generan conflictos con proveedores o clientes por no realizar bien su trabajo, provocando que el engranaje de su equipo de trabajo se vuelva más complejo de lo que en realidad debe ser.
Debido a lo anterior, es cuando el control interno toma relevancia en las empresas, lo que no se controla no se maneja, lo que no se mide no se mejora; eso sí con mucho cuidado de caer en el exceso de controles. Lo importante, lejos de la cantidad de controles, es la eficiencia de estos. La implementación de controles internos tiene un fin, se deben conocer los requerimientos y las falencias que se busca atacar de raíz y se debe realizar un constante análisis y mejora continua.
Existen empresas que cuentan con controles obsoletos, eso solo evidencia la desactualización en las herramientas, los controles deben estar asociados en los riesgos identificados en donde se deban aplicar medidas, uno de los objetivos de implementar sistemas de control interno es cuidar y resguardar los recursos y bienes de las empresas. Estas implementaciones tienen un costo tanto económico como de recurso humano, sin embargo, si se realiza un estudio costo-beneficio de lo que implica la ausencia de controles probablemente más empresas considerarían lo indispensable que es iniciar con el proceso de controles o mejora de los que ya se cuentan.
Por si solo los controles no dan los resultados esperados y más cuando carecen de monitoreos, estos se realizan con el objetivo de identificar si el diseño del control está en función de los riesgos que se esperan mitigar. Subsecuentemente esto ayuda estableciendo los elementos claves de desempeño para conocer los comportamientos o tendencias de factores críticos en el sistema de control interno.